2. El número Áureo en la naturaleza
Sorprendentemente podemos apreciar también el número o proporción Áurea en la naturaleza. ¿Donde? Pues en el crecimiento de las plantas, las piñas, la distribución de las hojas en un tallo, las dimensiones de los insectos o la formación de caracolas.
La espiral logarítmica
Si
tomamos un rectángulo áureo ABCD y le sustraemos el cuadrado AEFD cuyo
lado es el lado menor AD del rectángulo, resulta que el rectángulo
EBCF es áureo. Si después a éste le quitamos el cuadrado EBGH, el
rectángulo resultante HGCF también es áureo. Este proceso se puede
reproducir indefinidamente, obteniéndose una sucesión de rectángulos
áureos encajados que convergen hacia el vértice O de una espiral
logarítmica.
Esta curva ha llamado la atención, por su belleza y propiedades, la atención de
matemáticos, artistas y naturalistas. Se le llama también espiral
equiangular
Como curiosidad, el matématico J. Bernoulli, fascinado por sus encantos, la llamó spira
mirabilis, rogando que fuera grabada en su tumba.
La espiral
logarítmica vinculada a los rectángulos áureos puede encontrarse también en el crecimiento de muchas formas vegetales (flores y frutos) y
animales (conchas de moluscos), aquellas en las que la forma se mantiene
invariante. Aunque el ejemplo más visual es la concha del nautilus (arriba).
Aquí un breve vídeo muy visual sobre el número Áureo, la sucesión de Fibbonacci, la espiral logarítmica y las matemáticas en general en la naturaleza
Aquí un breve vídeo muy visual sobre el número Áureo, la sucesión de Fibbonacci, la espiral logarítmica y las matemáticas en general en la naturaleza
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